Fragmento: Lo mejor que le puede pasar a un cruasán.

“Me despertó de la siesta un trueno descomunal, brrrrrrrrrrrrrrrrm, justo mientras soñaba con unas criaturas pérfidas dotadas de la singular facultad de hincar sus piernecillas en tierra, convertirlas en raíces, y sobrevivir indefinidamente en forma vegetal. Hasta tenían nombre: borzogs, se llamaban: un extraño híbrido entre la ortiga y el duende. Uno se paseaba tranquilamente entre ellos sin sospechar nada y, de repente, zas, cobraban movimiento, sacaban las raíces del suelo convertidas de nuevo en piernas, y te mordían las pantorrillas con saña, la madre que los parió.
Eran más de las siete de la tarde. Llovía a lo bestia, tormenta de primavera, breve pero jevi, y acabé de despejarme mirando la cortina de agua desde la ventana. Barcelona mola cuando llueve: los árboles recuperan el verde, los buzones el amarillo, los techos de los autobuses el rojo vivo, lavados por el agua abundante. No sé qué coño pasa con los autobuses de Barcelona que desde arriba se ven siempre llenos de mierda. Menos cuando llueve fuerte y todo se pone verde, azul, rojo, colores primarios sobre gris marengo, y la ciudad parece de juguete, un Scalextric, o un Tente. Puse café al fuego para afrontar el segundo despertar del día, mucho más plácido este de la tarde, y le di a la palanquita de la radio. Sonó algo lento, con voz de negra melosa y largos fraseos de saxo. Después en encendí el ordenador y lo dejé arrancando mientras liaba un porro i salía el café. Enseguida me apalanqué delante de la pantalla y conecté con el servidor. A ver.”
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"Lo mejor que le puede pasar a un cruasán"
Pablo Tuset
Ediciones Lengua de Trapo
2001

2 comentarios:

Dante Bertini dijo...

mola la lluvia sobre barcelona,
tal vez porque se hacer rogar demasiado
nunca me fijé en el color del techo de los autobuses,
son rojos?

Juanlu dijo...

Hoy me fijé, el techo de los autobuses de Barcelona es rojo...